La Medicina de la Colmena

 

 

La palabra própolis proviene del griego cuyo significado es  “defensa de la ciudad”. Es una sustancia resinosa utilizada por las abejas para cubrir y proteger la colmena. Las abejas consiguen esta sustancia a partir de las yemas y cortezas de algunos árboles.

La Protección de la Colmena

El própolis es un antibiótico que protege contra la actividad de virus y bacterias, y es por esta razón por la que la colmena es uno de los lugares más estériles conocidos en la naturaleza.

Esta maravillosa sustancia resinosa es el sistema inmunológico de los árboles. La abeja la recoge y transforma, para desinfectar la colmena, sellar grietas y embalsamar intrusos que no puede expulsar por su tamaño. El propóleo es lo que garantiza que no se desarrollen infecciones en la colmena.

Composición del Própolis

Es muy variable, dependiendo de la flora y el clima de cada lugar. Pese a ser el producto más usado y más investigado de la colmena, aún no se ha concluido su estudio científico, iniciado en la década del 60 en Europa del este.

Ya se le han detectado más de 250 elementos constitutivos y unos 50 principios biológicamente activos, lo que explica su gran cantidad de propiedades. Tiene resinas, bálsamos, aceites esenciales, minerales (más de 20 oligoelementos), vitaminas, aminoácidos (7 de los 8 esenciales) y más de 50 grupos de flavonoides.

El própolis es rico en bioflavonoides y aceites esenciales, además de contener oligoelementos, vitaminas y aminoácidos. Contiene una gran variedad de elementos: Aminoácidos, vitaminas, minerales, etc. Entre todos estos compuestos destacan los bioflavonoides.

El própolis en estado bruto contiene 500 veces más bioflavonoides que las naranjas, que son considerados hoy en día beneficiosos en estados de convalecencia. No obstante, estudios científicos llevados a cabo por diversos investigadores en todo el mundo han demostrado que el efecto del propóleo se consigue gracias a la acción sinérgica de todos sus componentes.

composicion propolis

Propiedades del Própolis

Científicamente se le han demostrado múltiples propiedades: es antibacteriano, antimicótico, anticolesterolémico, antiparasitario, antiinflamatorio, antioxidante, antitóxico, antialérgico, analgésico, y antiviral. Los oligoelementos explican muchas virtudes del propóleo, pues -participando en procesos metabólicos, fermentativos y vitamínicos- contribuyen a la curación de estados anémicos, previenen la arteriosclerosis e incrementan la capacidad inmunológica del organismo.

Por su parte los flavonoides -con más de 40 acciones farmacológicas- son la base de su versatilidad terapéutica. Sus cualidades antioxidantes -además de reducir el efecto de los radicales libres- son responsables de la acción contra los virus, al inhibir el desarrollo de virus patógenos.

Además de su amplio efecto antibacteriano, el própolis estimula la reacción inmunológica del organismo, complementando ambas funciones sin producir alteraciones de la flora bacteriana, cosa que ocurre con los antibióticos de síntesis. El própolis se transporta a través de la sangre y la linfa a todo el organismo.

Sus beneficios en todo nuestro cuerpo son:

Aparato circulatorio: Combina efectos vaso-dilatadores e hipotensores, disminuye la fragilidad capilar, inhibe la oxidación del colesterol y normaliza la tensión arterial si se usa de forma continuada.

Vías respiratorias: Es un antibiótico de amplio espectro y que se ha ganado merecidamente la fama de efectivo antigripal. Su acción antiinflamatoria y anestésica lo convierte en eficaz protector de la garganta y las cuerdas vocales. Por su composición y propiedades suele recomendarse en caso de afecciones respiratorias recurrentes o en cualquier situación en la que las defensas del organismo están bajas.

Aparato digestivo: En este aspecto ejerce múltiples acciones: normaliza el peristaltismo intestinal, regula el apetito, ayuda a la regeneración de úlceras, es protector hepático y previene la parasitosis.

Dermatología: Su notable capacidad cicatrizante, desinfectante y antiinflamatoria lo hace indicado para heridas, quemaduras y afecciones de la piel. También resulta óptimo como fungicida de amplio espectro.

Odontología: Incrementa la salud bucal por sus principios antisépticos, antibióticos y antiinflamatorios. Además estimula la generación de la dentina (esmalte dental) e impide la formación de caries y placa bacteriana.

Contraindicaciones: Ninguna. No se han detectado reacciones alérgicas, ni toxicidad por sobredosis. Se ha demostrado perfectamente compatible y hasta complementario de otras prácticas terapéuticas.

Cuidados: Para mantener sus propiedades requiere que se lo preserve de la luz y de altas temperaturas.

Cómo Usar el Própolis

Puedes usar este antibiótico natural de la siguientes maneras:

1.Própolis puro. Se extrae directamente de la colmena y se chupan un trozo pequeño hasta disolverlo en la boca.

2.Extracto. Se puede tomar directamente o mezclarlo con un poco de agua para tomarlo. Este mismo extracto se puede aplicar sobre la piel en caso de heridas, eczemas y demás problemas dermatológicos.

3.Spray. Especialmente recomendado para problemas de garganta.

4-Jarabe. Problemas de vías respiratorias altas y bajas.

No esperes a tener un problema para usar el própolis. Puedes usarlo como preventivo y evitar problemas posteriores.

Salud.

Juan Torrontegui

 

Juan Torrontegui

Naturópata y Técnico Superior en Dietética

Todo empezó con una enfermedad propia que me abrió el camino para hoy, poder ayudar a los demás. Espero poder ayudarte a conseguir la salud y bienestar que otros como tu pudieron lograr.

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